El ‘Pillo’ no grita todo el partido al borde de la cancha como el ‘Tigre’ Cantillana, ni critica públicamente la actuación de sus jugadores; tampoco pide que arrienden canchas que no va a usar, como cuentan que estilaba el (por algun@s) añorado Vergara; menos envía quejas a los dirigentes a través de los medios como Acosta. Vera prefiere mantener la casa en paz.
Sin variar el estilo, en su segundo periodo como director técnico de Deportes Iquique recuperó un equipo que parecía irse a pique y, ayudado por otros resultados, lo clasificó a la liguilla. Además, para el torneo que viene logró mantener los once titulares. No es poco para el entrenador de un club que no tiene cancha de pasto natural para entrenar y que por eso debió moverse de ciudad para realizar la pretemporada.
Mantiene la casa en paz, pero no evita temas mientras espera el despegue del vuelo que, con retraso y vía Santiago, lo llevará de regreso al puerto histórico. “A mí me hubiese gustado hacer la pretemporada en Iquique –reconoce–, porque el clima es mucho mejor, es la ciudad donde estamos viviendo y muy cómodamente por lo demás, pero no tenemos cancha”.
-Varias veces usted ha dicho que en Iquique está feliz, ésa es la palabra que ha usado, y que se adapta a las condiciones de trabajo, pero debe ser difícil entrenar con poca infraestructura.
-Difícil. Más que nada por la falta de la cancha que estamos hablando, que influye en la posibilidad de sacarle rendimiento al equipo, porque el futbolista está acostumbrado, y debe estarlo, a jugar en una cancha reglamentaria de pasto natural. Pero de alguna manera nos hemos arreglado.
-Es algo en lo que la institución ha avanzado poco.
-Entiendo que históricamente Iquique ha tenido pocas canchas de pasto y también entiendo que por eso, cuando se inició en el profesionalismo, entrenaban bastante en la playa. Eso quedó en la retina de la gente y por eso acá siempre dicen: “¡hay que ir a la arena, hay que ir a la arena!”, porque fue lo que entonces vieron y creen que eso es lo mejor. Puede ser bueno en algún momento, pero no es lo óptimo. El día que el club tenga el anhelado complejo deportivo, va a entrar a pelear con los grandes.
-¿Eso hace la diferencia?
-Absolutamente. Es una ciudad preciosa, un clima maravilloso, la gente quiere a su club, va a tener un estadio nuevo… Un complejo es lo único que falta. Eso se los he inculcado mucho a los dirigentes y ellos tienen la voluntad para hacerlo. Ya se compró el terreno, las canchas sintéticas en China y se va a poner un paño de pasto natural.
-Se proyecta en el club, parece.
-Me he comprometido con todas las instituciones en que he trabajado y a Iquique le tengo un cariño especial, porque me ha ido bien. Los dirigentes me abrieron las puertas en dos oportunidades, yo le he respondido con resultados y aceptando las condiciones que hay para trabajar.
-Siguiendo en la línea de adaptarse a la realidad, ¿contento o conforme con los refuerzos?
-Estoy contento con los que llegaron pero no estoy conforme, porque deberíamos haber traído más jugadores. Ahora, yo entiendo que el club posee un presupuesto y no se puede tirar la casa por la ventana. Entonces, hay que optimizar lo que tenemos.
SUERTE
-También reconozcamos que ha habido algo de suerte en las incorporaciones de nivel. En año pasado, Ríos llegó por el “Caso Nueces” y ahora Ramos lo hace en parte por una opción personal.
-Pero a ambos los queríamos y llegaron acá, y no a otro equipo, porque Iquique es un club atractivo tanto en lo institucional como en lo deportivo… En todo caso, si bien esperaba que llegaran más jugadores, me gustaría recalcar que de los que se fueron ninguno era titular: Herrera, Soza, Lazcano, ni siquiera Oviedo, el que más jugó de ese grupo.
-Y aportó más entrando en los últimos minutos, para ayudar a defender, que cuando fue titular.
-Puede ser, pero ya no está.
-Bahamondes también se fue y era titular hasta que pasaron a línea de tres. Parecía que se podía quedar, al menos como alternativa.
-Sí, pero tuvo que solucionar un problema personal y por eso no lo consideramos.
-Además, parece que el nuevo esquema lo dejaba afuera.
– …Lo que pasa es que yo no formé este plantel y no he podido hacer un recambio importante, ya sea porque muchos jugadores han tenido contrato vigente o porque no se ha tenido presupuesto para traer más. Y el equipo fue diseñado para jugar con línea de cuatro. Pese a eso, en algún momento decidí pararlo con tres atrás. Igualmente, en los partidos fuimos cambiando.
-A propósito de formar el equipo, en su primera etapa como técnico del CDI Álvaro Delgado jugó bastante y Walter Mazzolatti, si bien casi nunca fue titular, tuvo buenas actuaciones, ¿porqué en el campeonato pasado prácticamente no tuvieron oportunidades?
-Porque cuando volví ellos no estaban bien. Mazzolatti había perdido terreno, no había jugado ningún partido y en los entrenamientos no se veía en las mejores condiciones; y con Delgado pasó algo similar, estaba cortado y tampoco lo encontré en condiciones para hacerlo jugar.
-Algo parecido ocurrió con Jonathan Rebolledo, que al final del torneo tuvo algo de participación ¿qué le falta a él para consolidarse como futbolista de Primera División?
-A Rebolledo le falta creerse el cuento. Es un gran jugador… Ahora se lesionó y no entrenó ni un día. Entonces, pierde terreno. Los compañeros ya tienen diez días de pretemporada y él no ha trabajado nada. Después él quiere pero no puede, porque no le alcanza el físico, y tenemos que irlo poniendo a punto de a poco… Yo le tengo mucho cariño, y mucha fe, porque tiene unas condiciones espectaculares, pero siempre está atrasado con el resto, algo le pasa. Entonces dicen: “por qué no lo pone”. Por estas cosas. Yo se lo he hecho ver.
-Su caso puede ser opuesto al de Misael Dávila, que no sólo se consolidó como titular, si no que un jugador importante para el equipo.
-Estoy muy contento con él. Llena toda la franja y me llena el justo como futbolista, porque técnicamente es muy bueno.
-Para usted, ¿cuál es su puesto?
-Puede actuar por toda la banda izquierda. Él es muy zurdo y hace goles. Yo creo que Dávila debería jugar de… volante por izquierda. Nosotros lo hemos sacrificado al ponerlo como lateral; también como lateral-volante, que lo hace muy bien; eventualmente lo hemos puesto de delantero, que también lo hace bien. Rinde en muchas posiciones.
LÍNEA DE TRES
-Y el equipo mejoró mucho cuando, junto con pasar a línea de tres, él y Ríos empezaron a ser laterales-volantes.
-Tuvimos resultados, pero no necesariamente jugamos mejor. Antes hicimos partidos extraordinarios y no ganamos. De los equipos que he dirigido, en muchos aspectos éste es el que me llenó más el gusto, sólo nos faltaba la puntada final. Después empezamos a hacer goles sin jugar tan bien, pero nos preocupamos de sacar al equipo del fondo.
-¿Cuál es el esquema ideal que tiene en mente para este equipo o sus equipos en general?
-A mí me gusta jugar con línea de tres, con defensores rápidos; dos volantes de contención que sean perros en la marca y tengan la claridad para salir jugando; laterales volantes que sean ofensivos; y arriba darle la libertad absoluta al mediocampista de creación y a los delanteros, dos delanteros… Pero no hay que cerrarse a un solo esquema.
-Entonces, este campeonato partimos con la misma oncena titular
-No. Vamos a tener variaciones, sin ninguna duda. Primero porque se integró Ramos, que lo trajimos para que jugara y hay que ver el tema del sub 20. Estamos muy contentos con Misa Cubillos, pero hay que tener una alternativa.
-¿Moreno sigue siendo sub 20?
-Sigue siendo sub 20. Ha tenido problemas físicos, no han sido normales sus entrenamientos, viene saliendo de una lesión larga. Le ha costado.
-Esta pregunta se la van a hacer harto: ¿Pueden jugar juntos Misael Cubillos, Villalobos y Ramos?
-Sí, absolutamente. Una de mis ideas es que Misa Cubillos, Villalobos y Ramos jueguen juntos. Es uno de los pensamientos que tengo yo. Ahora, hay que arreglar el cuento para atrás, porque habría que sacar un defensor o un mediocampista. Esa es la pega linda que tengo ahora.
-Y Bustamante es fijo.
-Es uno de los pilares de la zona ofensiva. Y anduvo muy bien, porque cuando yo llegué tampoco jugaba. Nosotros lo cuidamos, lo hicimos trabajar, le dimos confianza y le sacamos un rendimiento, que al final lo llevó a ser uno de los buenos volantes ofensivos del fútbol chileno.
-¿Cuál es la meta para este año?
–La mejor. Ojalá nos vaya bien, que podamos clasificar a una liguilla, que seamos protagonistas, que peleemos con equipos más grandes de par en par. Vamos a ver qué podemos hacer. Uno nunca sabe.
Texto por Marcelo López Matamala, para ¡Somos Celestes!