Dentro de unos días se volverán a enfrentar Dragones y Caleranos, en esta vuelta al fútbol que nos tiene a todos preocupados. Por eso queremos recordar un duelo que quedó en la memoria colectiva de los hinchas celestes, donde una noche de Septiembre sería testigo de una de las remontadas más heroicas de la historia del club. Revisa los detalles en la siguiente nota.
Municipal Iquique – aún no recuperábamos el nombre – había clasificado la Liguilla de Ascenso con varias dificultades. En el camino se había cambiado de DT (Cantillana por Huerta) y hasta un par de jugadores se habían marchado antes de tiempo.
Era la tercera fecha del Octogonal, Municipal Iquique recibía en casa a una Unión La Calera envalentonada por la campaña realizada en la Fase Zonal y con ganas de mantenerse peleando por el Ascenso a Primera A. Los dirigidos de José Miguel Cantillana debían quedarse con los puntos como sea tras la derrota ante Puerto Montt en la jornada anterior. Las cosas comenzaban a favor de La Calera que con anotación de Hector Pericás se ponía en ventaja (13′) sembrando dudas en los celestes. Iquique se fue con todo al arco de un inspirado Lucas Giovinni, que repelía cualquier intento de los Dragones.
Claro que aún faltaba más sufrimiento luego que Claudio Aranda expulsara al delantero Otelo Ocampo antes que terminara la primera fracción. Y para hacer las cosas peores aún, Rodrigo Pérez (80′) y Nestor Contreras (83′) también se iban tempranamente a las duchas. A esas alturas la familia completa de Claudio Aranda salía al ruedo con varios gritos por parte de los enfurecidos hinchas celestes que veían como los Dragones estaban siendo perjudicados en su propia casa.
Pero lo que sucedió en el minuto 88 venía a poner algo de justicia en un partido realmente ingrato. Leonardo Más avanzaba por el centro de la cancha y toca a la derecha a Marcos Millape. Este saca – tal vez – el centro más recordado de toda su carrera para que Marco Olea arremetiera en plena área chica. Ahí, entre el «Caballero del Gol», Lucas Giovinni y un par de atónitos defensores caleranos, el balón ingresaba al arco norte del Tierra de Campeones.
Agradecimientos al recordado programa radial «Planeta Celeste» y su relator Rodrigo Aguirre.
Gritos, llantos, abrazos, una verdadera catarsis colectiva en torno al grito de gol. Los Dragones de Cantillana habían empatado el partido a punta de sacrificio, empuje y garra. O como se dice comúnmente: a puro huevo. A finales de temporada, los Dragones conseguían el retorno a Primera A como campeones, sin duda teniendo este épico momento como uno de los puntales de la campaña.