Ya pasó el aniversario de Club Deportes Iquique, pero nosotros seguimos recordando la historia igual. Así que pase, lea y comente la década de los noventa en esta nueva edición de nuestra Bitácora Celeste.
En las pasadas ediciones de la Bitácora Celeste, estuvimos repasando los trámites previos al nacimiento del CDI, sus dos primeros campeonatos y los irregulares años en Primera División. Si leyeron el capítulo anterior, recordarán que les comentamos que “lamentablemente, en 1989 las cosas no se hicieron bien. Y en 1990 peor aún.”
Luego de las irregulares campañas en la década pasada, la dirigencia de Deportes Iquique quiso conformar un plantel que nos hiciera pasar un año tranquilo y sin complicaciones con el tema del descenso. Pero las cosas salieron al revés y el Dragón tuvo que despedirse de la Primera División tras una discreta campaña donde tuvimos que pelear hasta el final para poder zafar de toda complicación. Se pensó que el penúltimo partido del año sería la salvación definitiva. Enfrentábamos a Naval en el Estadio Cavancha. Ellos llegaban igual de comprometidos con el descenso como los Dragones y era la ocasión perfecta para dar el zarpazo que nos dejara en la División de Honor. El partido terminó 1-3 en contra. Pero había una última oportunidad. Club Deportes Iquique debía viajar a Santiago para enfrentar a la Universidad de Chile y derrotarla. El partido termina 1-1 y el Dragón no logra salvarse. Curiosamente, Wanderers derrotaba a Naval por 4-1 y más tarde, Naval se retira del fútbol profesional chileno. Con una cosecha de 24 puntos (9 victorias, 6 empates y 15 derrotas), el Dragón remata en 15ta posición y debe volver a la B. El sentimiento del descenso era desconocido hasta ese momento. Mucha gente no sabía qué hacer, ya que pese a que el descenso nos había perseguido antes, nunca había logrado alcanzarnos. Era el 13 de Enero de 1991, el inicio de una década con muchos altibajos.
En el Campeonato de Segunda División 1991, las cosas tampoco estuvieron muy bien que digamos. Pese a la necesidad imperiosa de regresar a Primera y devolverle el honor a la Tierra de Campeones, nos quedamos fuera de carrera tempranamente por lo que debimos esperar hasta el año 1992 para dar el gran golpe.
Aunque esto no fue sencillo, mucho se ha hablado de la campaña de ese año que nos llevó a Primera con grandes goleadas incluidas, pero lo cierto es que al principio las cosas no anduvieron. Iquique era dirigido nuevamente por el “profe” Estay, pero tuvo que renunciar luego de los malos resultados obtenidos en Copa Chile. Iquique parecía destinado a quedarse estancado nuevamente, pero gracias a la dirección de la dupla Pedro Cejas-Jaime Carreño, el Dragón resucitó. Y lo hizo de muy buena forma, porque como mencionamos antes, Iquique logró dos goleadas históricas que todavía no ha podido superar: 7-2 a Osorno (campeones de ese año) y la más celebre, 9-1 a Wanderers en la temporada donde los Caturros cumplían 100 años de vida. El Dragón no se quedó con la copa de Campeón, pero remata en Segunda Posición gracias a sus 38 puntos (16 triunfos, 6 empates, 8 derrotas) y consigue así un pronto retorno a Primera.
1993 nos recibía nuevamente en la Primera División. Como era la costumbre en esos años, primero se disputaba la Copa Chile y posteriormente el Campeonato Oficial. Pues lamentablemente, las cosas no estuvieron bien para el Dragón en ninguno de los dos campeonatos. En el primer campeonato de ese año, Iquique cumple un desastroso papel donde se incluye la peor derrota ante Deportes Arica, al caer derrotados por 4-0 en nuestro propio Estadio Cavancha. Horrible. Recién en Julio comenzó el Campeonato Oficial, y tras una buena actuación ante Colo-Colo (3-3) parecía que Iquique empezaría a retomar el vuelo que tuvo antes. Pero no, ese año en Primera fue un desastre. Tanto así que en su primer partido oficial en el Tierra de Campeones, perdimos 4-0 contra Temuco.
El Dragón terminaría último en la tabla con un registro de 19 puntos, gracias a sus 7 triunfos, 5 empates y 18 derrotas.
De vuelta en segunda, en 1994, Iquique tiene que empezar de cero. Tratar de sacarse el amargo sabor del descenso y fracaso en la División de Honor. Gracias a algunos buenos valores, como Gonzalo Ramos, el Dragón trataba de renacer otra vez y regresar a Primera. Las cosas no salieron y nos tuvimos que quedar en Segunda. 1995 no pudo comenzar de peor manera. El día 27 de Febrero, regresaban desde un paseo por la playa, Gonzalo Ramos, Axel Vega y Exequiel Aránguiz cuando la muerte se atravesó en su camino. En el sector de playa Las Pizarras, un accidente le costó la vida a Ramos y Vega. Gonzalo fallecía en el lugar, Axel no alcanzaría a resistir las heridas, y Aránguiz logró sobrevivir. La pérdida dejó al equipo muy golpeado y con un luto profundo a sus hinchas, quienes todavía recuerdan a sus mártires con una animita decorada de banderas celestes, en el lugar del accidente. Iquique al menos lograba terminar 12mo en el campeonato, sin temer un descenso a Tercera División.
1996 fue un buen año para los Dragones. Primero, porque gana fácilmente su grupo en Copa Chile y clasifica a Segunda Ronda. Caímos vencidos ante Antofagasta, que en esos años jugaba en Primera, pero esto marcaría el precedente para lo que venía después. El Dragón, gracias a los goles de Richard Álvarez y sus 14 triunfos, 7 empates y 9 derrotas, remata en cuarta posición en el campeonato con sus 49 puntos. Esto nos llevaría a disputar la Liguilla de Promoción ante el capitalino cuadro de Palestino. El primer partido se jugó en el Tierra de Campeones. El Dragón se impuso por 1-0 con un gol de Mauricio Donoso (¿les suena?) y todo debía definirse en Santiago. Allá fuimos un desastre. Palestino nos gana 5-1 y nos deja en la B nuevamente. Tuvimos que mascar la rabia y usar esta nueva frustración para volver a la cima.
Llegamos a 1997. Este año, se cambiaron las reglas del campeonato tanto para Primera División como la B. Tendríamos Apertura y Clausura. Si salíamos campeones a mitad de año, estábamos listos, sino, había que luchar hasta Diciembre para ascender. En el primer campeonato, Rangers se alza como Campeón, pero el Dragón estuvo cerca, peleándole palmo a palmo la copa. Pese a los problemas económicos, Iquique hacía una buena campaña. Pero claro, el dinero siempre puede más y el DT de ese entonces, Gerardo Pelusso, nos deja para comandar a O’Higgins, un rival directo por el ascenso. En su reemplazo llegó Manuel Rodriguez. La segunda mitad del año era al todo o nada. Iquique no quería quedarse otra vez en Primera B, y aunque entremedio tuvimos que lidiar con la huelga de los futbolistas profesionales, fueron los juveniles quienes sacaron la cara en aquel partido ante Magallanes. Hubo problemas monetarios, pero un grupo de empresarios pesqueros le da el respaldo al equipo, que no volvió a perder partido alguno. Iquique fue una tromba.
Recordado es el triunfo apabullante ante Deportes Arica por 5 goles a 1, en el Tierra de Campeones. Ellos hablaron toda la semana que nos vendrían a echar a perder la fiesta, pero se transformaron en la piñata de una celebración anticipada. Así llegamos al 23 de Noviembre de 1997. Iquique debía viajar hasta Santa Cruz para enfrentar al equipo local, quienes estaban colgando apenas para no irse a Tercera. El partido no estuvo exento de sufrimiento. Si bien partimos ganando rápidamente (8 minutos) gracias a un golazo de Miguel Ángel Candia, tuvimos que esperar hasta el minuto 75 para gritar el gol de Rodrigo Latorre que nos daba la copa con total propiedad. Iquique volvía a ser campeón. Iquique volvía a Primera División.
Llegamos a 1998. El año no comenzó bien, y antes de que se complicara todo, la dirigencia saca a Rodriguez y trae a Jorge Garcés. Éste trae nuevos jugadores y además, realiza una “limpieza” en el plantel, donde curiosamente saca solo a los iquiqueños como Tello, Irribarren, entre otros. A su favor, podemos decir que Garcés armó un buen equipo. No estuvimos peleando en la parte alta, pero tampoco pasamos susto con el descenso. Además, ese año no conocimos de derrotas ante los mal llamados “grandes” en nuestro estadio. Primero, empatamos a 1 con la UC, donde los diarios de la época comentaban que “ellos jugaron con 12” tras un cargado arbitraje. Luego vino la gran victoria de 4-1 sobre la Universidad de Chile, donde Héctor “caldillo” Vega anotó los cuatro goles del Dragón. Y finalmente, en la fecha que cerró la primera rueda, Iquique vence por un gol a cero a Colo-Colo, con un penal del “Relojito” Romero. Finalmente ese año terminamos en la 8va posición, dejando una buena imagen…pero con muchas deudas atrás. Motivados por la buena campaña, la dirigencia ratifica a Garcés para la temporada siguiente.
1999 comenzó con grandes esperanzas de superar lo que hicimos en la temporada pasada. La dirigencia no se preocupó de los gastos y contrató muchos jugadores que supuestamente nos darían grandes resultados. Lamentablemente, las cosas no iban bien. Los triunfos costaban que llegaran y las deudas se volvían en el peor enemigo del Dragón. El plantel estuvo mucho tiempo sin pagos y esto llevó a que se negaran a entrenar, o amenazar con marcharse muchas veces. La situación era tan insostenible que finalmente Garcés prefiere marcharse. Se va a Wanderers (en segunda ese año) lanzando una frase que dolió y que aún se recuerda: “me voy de un club de segunda que circunstancialmente está en Primera, para llegar a un club de Primera que está en segunda”. Y no se fue solo, porque además se llevó a Eric Guerrero y Hector Vega, dejándonos a los otros “cachos” que él trajo. Bajo la conducción de Miguel Ángel Arrué las cosas no fueron mejores, y el Dragón quedó metido en el grupo que pelearía el descenso. Si el campeonato no hubiese incluido esa modalidad, Iquique se tenía que conformar con la Liguilla de Promoción gracias a su 13er puesto. Pero las cosas ya estaban hechas de esa forma, y el Dragón tenía que aprovechar la oportunidad para salir del fondo. Pero no, se dejaron escapar muchos puntos como local con feos y aburridos empates a 0, confirmando nuestro lugar en la Liguilla. Para peor, los jugadores profesionales renunciaron al Club tras muchos meses impagos.
Así que la Liguilla de Promoción tuvieron que jugarla los Iquiqueños que formaban parte del plantel, además de los juveniles que tenían todas las ganas de dejarnos en Primera. El rival a vencer era Everton de Viña del Mar. El primer partido se jugó en el Sausalito, donde sin hacer un mal partido, Iquique cae por 1-0. Todo debía cerrarse en la Tierra de Campeones, donde el apoyo de la gente se hizo sentir en todo momento. Los jóvenes Dragones como Andrés Morgado, Alberto Verdejo, Rubén Taucare y Percy Araya, entre otros, dejaron todo en la cancha, pero fue Everton quien se llevó la victoria tras convertir el solitario gol del partido a los 7 minutos y luego defender el resultado por los 83 minutos restantes. El hecho estaba consumado. Iquique volvía a Segunda nuevamente. Esa triste noche de Diciembre, los hinchas presentes en el estadio aplaudieron de pié el esfuerzo de los Dragones Celestes, quienes demostraron vergüenza deportiva y todo el amor por la camiseta que podía existir.
Lamentablemente no nos alcanzó, pero como sabemos, el Dragón ya se ha levantado de feas caídas. Aunque nos costó mucho más de lo que esperábamos y nos llevó al borde de la desaparición definitiva, pero eso ya es parte de la década siguiente. Parte del próximo capítulo de la Bitácora Celeste.
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