El año 2002 fue, claramente, el más oscuro de la historia de Club Deportes Iquique. Luego de años y años de malos manejos a nivel de dirigencia, los malos resultados en cancha nos dejaban sin fútbol profesional tras caer en Osorno por 3 goles a 1. Los Dragones Celestes perdían la categoría y cerraba así una historia de mucho sufrimiento.
La ciudad entera lloraba al CDI, como la partida de un hijo. Es cierto, quizás la suerte estaba echada desde antes. Pero ese descenso nos marcaba a todos los iquiqueños.
No fue hasta mediados del 2003 en que apareció Municipal Iquique, el heredero espiritual de los Dragones Celestes, con la misión de recuperar el profesionalismo enfrentando el duro torneo de Tercera División. Fueron años complicados. La IMI tuvo que correr con los gastos de los equipos rivales para que vinieran a Iquique, mientras que a nivel de resultados recién el 2005 se logró entrar a una liguilla de ascenso.
Llegó el 2006, y con Jaime Carreño como DT, Municipal Iquique salía a buscar el esquivo ascenso hacia el profesionalismo. Ese año se creo la “Zona Norte”, donde los Dragones de Carreño sortearon a San Marcos, Tocopilla, Revisora Ormazabal, Alto Hospicio, UNAP y UTA para pasar a la segunda ronda y despachar a San Antonio con una goleada de 4-0. En la fase previa a la liguilla, Iquique enfentó las “manos negras” del centralismo al caer contra Hossana en el Tierra de Campeones y más tarde sufrir una fecha de suspensión del estadio.
En la Liguilla Final, Municipal Iquique llegó pisando fuerte al vencer a Instituto Nacional como visitante y luego derrotar a Iberia en el Carlos Dittborn, con el recordado gol de Claudio Isla y el relato de Guillermo Cejas. Vinieron después un nuevo triunfo ante Hossana y un sufrido duelo con Instituto Nacional a pocos días de Navidad. Municipal Iquique se probaba la corona e incluso pudo campeonar en Los Ángeles, pero el equipo de Iberia ganaba por 1-0 y ponía suspenso.
Fue así como llegamos al 6 de Enero del 2007. El Tierra de Campeones jamás estuvo tan lleno como ese día. Parecía que toda la ciudad estaba en el estadio, colmando desde el punto más alejado de la Galería Norte hasta el último rincón del sector Sur, bajo el viejo tablero marcador. Eran las 18 horas, y ante un sol que quemaba fuerte, Municipal Iquique salía a jugarse el ascenso ante Hossana.
El TDC era una fiesta de comienzo a fin, pero bastaron 35 minutos de partido para desatar la locura. Michael Soto centraba para César Venegas y el “Power Ranger” ponía el 1-0 para este renovado Dragón. Sebastián Bolivar, de penal, aumentaba a los 60’ y más tarde, César Venegas repetía para el 3-0. A poco antes del final, Cristobal Soto ponía el 4-0 y celebraba sobre la reja con la hinchada celeste, en una de las postales más emocionantes en la historia del equipo. César Venegas ponía el 5-0 en el minuto 90, cerrando con broche de oro una presentación casi perfecta y dando así un merecido premio a ese grupo de jugadores que había dejado todo para devolver a Iquique al fútbol profesional, que lo coronó todo cuando su capitán Miguél Chamorro levantó la copa de campeón.
Ese día, Municipal Iquique formó con Miguel Chamorro, Andrés Carrasco, Sebastián Marchant, Dixon Ahumada, Claudio Isla, Michael Soto, Sebastián Bolívar, Leonel Contreras (Juan Farías), Sebastián Campos (Juan Riquelme), Patricio Contreras (Cristóbal Soto), César Venegas.
Diez años han pasado desde ese imborrable momento de la historia celeste, donde Deportes Iquique ha vivido un renacer total dejando atrás los escándalos financieros y además, llevándolo a ganar dos Copa Chile (2010-2014) y clasificar a competencias internacionales como la Copa Sudaméricana y Copa Libertadores. Todo eso, quizás no hubiese sido posible sin ese grupo de valientes jugadores que defendieron la camiseta celeste con la vida para poder sacarnos de ese infierno llamado “Tercera División”. Prohibido olvidar.
FOTO: Fútbol Iquique
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